Algunos de los libros eran estos...
LECTURAS SABROSAS
Una amplia muestra de obras sobre la comida y el arte de cocinar desde la perspectiva de la ficción -historias de cocineros, gourmets, tragaldabas del cine y la literatura- y de la información -manuales de cocina o libros de dietética y nutrición. Un delicioso escaparate que invita a leer y a chuparse los dedos.
* LAS PRIMERAS FRESAS. JOSEPH BRUCHAC.
Hemos empezado a trabajar el nuevo tema del Plan de Fomento a la Lectura de nuestro Centro, que este curso escolar, tiene como tema La Alimentación Saludable y para enlazarlo con las emociones, trabajadas el curso anterior, hemos seleccionado la versión de una leyenda Cheroqui titulada: Las Primeras Fresas de Joseph Bruchac.
Este cuento nos permite tomar conciencia de las situaciones dulces que nos regala la vida.
Después de leerlo hemos degustado unas ricas fresas, frambuesas y arándanos.
¡Qué buenas!
¡Hacía tiempo que no las comíamos!
Algun@s de nosotr@s hemos probado estas frutas por primera vez.
* LA COCINERA DEL REY. SOLEDAD FELLOZA.
"El rey tenía una pena como una nube negra, que no lo dejaba pensar. Y, si uno no piensa, todo sale mal; las carreteras se tuercen, los puentes se caen, los barcos pierden sus mercancías...
Los secretarios llegaban a palacio, un día sí y otro también, con sus carteras llenas de problemas; pero, de la cabeza del rey, no salía nada de nada".
A un rey apesadumbrado los problemas le llovías por doquier. Después de observalo con atención, una comisión de sabios resuelve que le conviene cambiar de hábitos; pasear, hacer ejercicio pero, sobre todo, cambiar de dieta.
A falta de un buen chef, optan por convocar el puesto de cocinero real y cubrir la vacante. Con sus mejores recetas, se presentan en palacio cocineros de todos los lugares. Y también Mencía, una joven decidida que, a pesar de haber visto que en el bando ponía claramente que buscaban a un cocinero, no se amedrenta y, echando mano del recetario de su abuela y de algo más..., prepara un suculento menú que llega directo al corazón del rey. ¿Cuál será su secreto?, se preguntaban todos...
Lo bien hecho siempre es de provehco, pero si además, lo aderezamos con ilusión, cariño y alegría, difícilmente puede salir mal. Este es uno de los secretos de Mencía y el mensaje optimista que nos transmite esta historia.
La autora destaca en esta historia el valor de la cocina cotidiana, sin artificio pero con un especial "savoir faire" y, sobre todo, mucho amor, como la que siempre han hecho las madres y las abuelas. Sabores y olores que nos acompañan, capaces de conmovernos solo con su recuerdo, como le sucede al rey de esta historia. Ni lo ingredientes más exóticos, ni las recetas más sofisticadas de los grandes chef consiguieron quitarle al rey su tristeza y su apatía y darle ánimos para enfrentarse a las cosas de palacio (que iban mal y despacio).
La cocinera del rey nos adentra en un mundo de colores, sabores y olores característicos de la cocina tradicional, la que se hace a fuego lento, con amor y productos de la tierra. Pero, de la mano de Mencía, descubrimos también el valor de las pequeñas cosas, de lo cotidiano, ya que ella es capaz de elaborar deliciosas recetas basadas en la sencillez de sus ingredientes.
También habla de las emociones, de dejar nuestra huella en lo que hacemos. Así, Mencía no solo pone el conocimiento de la receta, si no también el mimo, el cuidado, su corazón.